martes, 19 de febrero de 2019

Naufragio


Idiota.
¿Tú o yo?
No te imaginas la de veces que se me ha cruzado esa palabra por la cabeza esta noche.
Ni siquiera me atrevo a echarte la culpa de todo este desastre, joder.
Podría decir que te odio. Podría pensar que te odio, amor. Ojalá lo hiciera
¿Sabes? No voy a hablarte de el peso que dejaste en mis costillas, eso te lo puedes imaginar tú.
Tampoco del maldito caos que me has hecho porque de eso seguramente te darás cuenta.
Pero quiero que pienses en mí una última vez.
Y, no sé, una vez te dije que era un huracán y me dejaste destruirte pero, dios mío, como cambian las cosas, que ahora soy yo la que tiene las estrellas descolocadas.
Déjame recordarte que te he enseñado cada una de mis cicatrices y, bueno, fuiste el único capaz de ver en ellas algo más que una guerra, algo más.
Que te enseñé mis alas y me dijiste que mis ojos eran tu obra de arte favorita y te quise. Joder, si te quise.
Y bueno, supongo que esto debería ser un adiós. Y nunca fui buena con las despedidas.
Ojalá no vuelva a tener que despedir otro tren con tu nombre.

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